Todas las mujeres tienen un flujo vaginal normal que va de transparente a blanco y sin olor; de hecho podría llamarse anormal a la condición de no presentar ningún flujo vaginal. La cantidad de flujo varía entre los métodos hormonales que estés usando para planificarte; si tienes algún método hormonal en tu cuerpo el flujo vaginal debería ser homogéneo todo el mes. Pero si no estás usando ningún método de planificación hormonal o simplemente no tienes ningún método establecido, tu flujo vaginal presentará variaciones.
La diferencia de niveles hormonales también altera la variación en la cantidad y textura del flujo vaginal. Al terminar la menstruación, tiene una apariencia blanquecina, a la mitad del ciclo se torna más transparente y pegajosa, luego se vuelve más espesa. En ocasionas podrás verlo un poco amarillento y aun sería un flujo normal pues es consecuencia del contacto con la orina.
Factores que debes tomar en cuenta para detectar un flujo vaginal anormal
· Olor. Esto es algo que tú inmediatamente sabes diferenciar, pues se trata de tu cuerpo y tienes pleno conocimiento de cómo se comporta. Siempre tendrás un olor característico que en presencia de flujo vaginal anormal varía.
· Abundante picazón. El picor es un indicativo clave de una situación anormal.
· Cambio en el color. Si el flujo se torna en un color fuerte como verdoso, por ejemplo. Es evidencia de que ese flujo no es normal.
La mayoría de casos de infección vaginal no son originados por organismos de transmisión sexual sino más bien por organismos que ya viven en la vagina. En la cavidad vaginal habita la flora vaginal que es un conjunto de microorganismos que mantienen el PH ácido para combatir precisamente otros microorganismos dañinos. Los protagonistas encargados de mantener el medio ácido son los lactobacilos, bacterias buenas que habitan la flora vaginal.
Por tanto, es de gran importancia mantener un equilibrio en la cavidad vaginal que permita que los entes como los lactobacilos mantengan siempre el PH ácido. Hay mujeres más sensibles que otras, y si te has dado cuenta que tiendes a tener una infección vaginal regularmente y algunas toallas sanitarias o protectores te afectan, entonces eres sensible y debes estar más al pendiente de tu cuidado.
Factores de Riesgo de Infecciones o Flujos Vaginales Anormales
· Ropa interior. La tela debe ser de algodón o de un material respirable que permita el flujo de aire. Evita además usar ropa interior muy ajustada que produce mayor sudoración en el área.
· Antibióticos. Estos medicamentos eliminan los microorganismos que ayudan a conservar el PH correcto en el tracto vaginal. Por tal motivo, en ciclos largos de antibióticos se presentan infecciones vaginales.
· Diabetes y azúcar alta. Es un factor que desequilibra el medio ácido de la vagina.
· Sexo oral. La saliva, los lubricantes y el semen son sustancias que pueden afectar el PH de la vagina.
· Lavados vaginales. La vagina tiene su propio mecanismo de limpieza por lo que el uso excesivo de duchas vaginales son innecesarias y solo podrían ocasionar un desequilibrio en tu área íntima.
Organismos más comunes que conllevan a la Infección Vaginal
· Hongos. El más común y del que ya habrás escuchado es la candidiasis vaginal que aumenta el flujo, es de textura grumosa y provoca mucha picazón; y si la infección avanza más, irrita la parte externa provocando ardor y dolor al tener relaciones sexuales. En los casos de hongos no se presenta mal olor a menos que haya otra sobreinfección.
· Bacterias. En esta forma de infección el síntoma principal es el mal olor, usualmente no hay picazón pero sí aumento del flujo. Y el color puede variar a grisáceos.
· Transmisión sexual. El flujo en estos casos tiene un aspecto desagradable, se torna entre amarillo y verde y es muy fácil de detectar. Te das cuenta inmediatamente que tienes una infección vaginal.
Tratamiento de una Infección Vaginal
Lo ideal, y primero que debes hacer, es consultar a un especialista para conseguir un diagnóstico certero para ponerte el tratamiento correcto y eliminar por completo la infección, evitando que los síntomas vuelvan una y otra vez.
Para abordar la infección, debes primero identificar qué lo ha ocasionado. Si ha sido por hongos, bacterias o transmisión sexual. Cuando son hongos los que ocasionan la infección, el médico te recetará en crema o en óvulos medicamentos que contengan antimicóticos. Durante este tratamiento es importante no tener relaciones sexuales.
Si la infección es producida por bacterias, el tratamiento a utilizar son antibióticos para tomar, en óvulos o en crema. En cualquier tratamiento debes cumplir su finalización, si empiezas a sentirte bien al segundo día, no debes pararlo hasta terminar. Así cumples con la eliminación total del organismo que ocasiona la infección.
Después de la medicación para la infección debes restaurar tu flora vaginal con un tratamiento de restauración de PH.
Ve el vídeo explicativo y mucho más detallado de la Ginecóloga Diana Álvarez, donde también tendrás recomendaciones y a detalle los medicamentos que puedes aplicar para mitigar las infecciones vaginales.